¿Habrá en el mundo otra tela más fina que la seda? Al parecer, no, pues no existe otro material, natural o artificial, que haya atrapado la mente del hombre de la manera en que la seda lo ha hecho a través de todos los tiempos.
Haga una pausa por un momento y saque de su saco su pañuelo de fina seda, acarícielo con sus dedos y páselo por sus manos. Deténgase un momento para disfrutar la suavidad y tersura de la tela y ver la luz que capturan los pequeños hilos minuciosamente tejidos entre sí. Esto es precisamente lo que cambió a la industria textil alrededor del mundo en tiempos antiguos y que continua fascinando e inspirando a diseñadores, productores y consumidores hasta el día de hoy.
Pero, ¿de dónde viene la seda? ¿Y qué es la seda exactamente? Guarde su pañuelo y demos un paseo a través de la historia para explorar la maravilla de la tela más codiciada.
¿Qué es la Seda?
El mundo en el que habitamos actualmente ha sido ya por mucho tiempo, un mundo artificial. Si usted mira por su ventana en este momento, su vista panorámica seguramente consistirá de aceros inoxidables, plásticos, cristales y una gruesa capa de contaminación ambiental. En un mundo lleno de materiales hechos por el hombre, la seda es como una joya preciosa de fibra natural. La seda se obtiene del asombroso gusano de seda (Bombyx Mori), del árbol morera, llamado así porque sólamente produce la seda al alimentarse de moras. Algo muy interesante en este tema es que hay varias especies de insectos y arañas que son capaces de producir seda también (Por ejemplo, hay una industria en desarrollo dedicada a producir accesorios de muy alta calidad para trajes fabricados en seda de araña) pero la seda del gusano ha sido siempre la más preciada, gracias a la suavidad de su textura y la pureza de su color.
El gusano de seda no es un gusano exactamente, sino más bien, una oruga. Produce la seda justo al inicio de su etapa de metamorfosis, período durante el cual se convierte en mariposa. Se envuelve a sí misma en varias capas de seda – una fibra de proteína natural – formando un capullo, y es en este momento en que el proceso debe ser detenido para obtener la seda necesaria para la producción de tela. Los fabricantes de seda desenrollan el capullo obteniendo un solo hilo que puede llegar a medir hasta 1,500 metros de largo. El proceso es muy lento y minucioso, hermoso y delicado así como también, complejo e inspirador.
Historia Temprana de la Seda
La historia de la seda con la cual están hechos los pañuelos de Robertto’s empieza hace mucho tiempo, tanto tiempo atrás, que los historiadores y arqueólogos no pueden asegurar exactamente dónde y cuándo todo comenzó. Sin embargo, la mayoría de las evidencias señalan a la Antigua China como el lugar de origen, ya que se han descubierto artefactos arqueológicos que sugieren que el uso más antiguo de la seda fue alrededor del año 3600 AC, donde al parecer, fue utilizada para envolver el cuerpo de un niño. La teoría de que si la seda era usada regularmente en actividades funerarias, está bajo especulación. Claro que, siendo un producto natural, la seda ha sido producida por los gusanos de la morera desde tiempos inmemoriales, pero fueron los chinos los que verdaderamente dominaron el arte, siendo así la envidia en todo el mundo entre los años 2000-500 AC.
La Seda en Europa
La seda apareció por primera vez en Europa en algún punto del siglo 6 DC. Imagínese qué alegría y maravilloso habrá sido! Europa estaba relativamente subdesarrollada en comparación con los imperios decadentes de China, India y Babilonia, y para quienes sólo estaban acostumbrados a la lana y el pelo de caballo, la seda ha de haber sido algo muy especial para ellos.
La seda ganó fama rápidamente en Gran Bretaña y Francia donde todavía existen hermosas muestras de colecciones de las realezas, pero el país europeo con la relación más estrecha y profunda con la seda fue, y sigue siendo, Italia. La industria de la seda italiana surge por primera vez en el siglo 11 en Calabria y para el siglo 12 ya había centros importantes de seda en Venecia, Florencia y Génova que alcanzaron gran éxito en el comercio textil.
La Seda de Como
Desde el siglo 18, la ciudad de Como, en la zona alpina de Italia, es el centro más importante de producción de seda en Europa. Esta bella zona del país produce alrededor del 90% del total de la seda fina en Italia y como el 70% de la seda que hay por el resto de Europa. La seda de Como es de una calidad inigualable, hecha por tejedores maestros, quienes han heredado su experiencia y habilidad a través de generaciones, y supervisada por diseñadores con el mayor conocimiento de esta tela como ningún otro.
¿Por qué ha sido la cuidad de Como un centro de producción de seda tan importante en los últimos siglos? Primero, probablemente sea por el hecho de que la cuidad está ubicada muy cerca de uno de los lagos más grandes de Italia. El agua fresca necesaria para la producción de seda es de fácil acceso y tiene mucho sentido que se hayan establecido ahí las granjas del gusano de la morera y las fábricas de textiles. Sin embargo, mucha gente podría decir que la cuidad de Como está en un lugar donde existe una “cultura por la belleza” y que la producción de seda es meramente una faceta de esta hermosa parte del mundo. Los paisajes alpinos majestuosos, el agua brillante y cristalina, los bosques frondosos y cielos azules se combinan en este rincón especial de Italia, dándole una cualidad de ensueño, donde pareciera ser muy natural que se dieran las sedas más finas.
La próxima vez que roce con sus dedos la exquisita suavidad de su bello pañuelo o admire los colores de los pañuelos de Robertto’s al realzar su traje, tome un momento para pensar en la increíble historia detrás de este material. Agradezca a tantos siglos de descubrimientos e inventos que llevaron a la seda a ser lo que es ahora y tenga la certeza de que continuará siendo, por muchos siglos mas, la tela más fina que haya conocido el hombre.
